Alma Paola Álvarez Molina, es originaria de Angangueo, Michoacán. Tiene 27 años y es sorda. Estudió con dificultades preescolar, primaria y secundaria porque ningún profesor sabía lengua de señas o la manera adecuada de comunicarse con ella.
Decidió estudiar Lengua de señas con maestras particulares y la ayuda de un grupo relogioso de su comunidad. Después de varios años tomó diversos cursos en línea, entre ellos el de la maestra Mónica Labra. Así, continuó sus estudios básicos de matemáticas y español.
Haber aprendido lengua de señas es fundamental en su vida porque le ha permitido comunicarse, expresar lo que siente, interactuar con otras personas sordas, enseñar a otras personas y en algunas ocasiones apoyar a sus amigos.
También ha vivido las difícultades de socializar de manera normal en diferentes contextos, ya que la mayoría de las personas no sabe lengua de señas o los aspectos elementales de la inclusión de personas sordas en la vida cotidiana.